viernes, 28 de agosto de 2009

COJEA PERO NO LLEGA

EL NUEVO DIA

Ibagué, Colombia - Viernes, 28 de Agosto del 2009
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AL OÍDO DE LOS TOLIMENSES

CAMILO A. GONZÁLEZ PACHECO

Con Carlos García, con quien nos diferenciamos en las mil y una concepciones de la política y de su ejercicio, nos ha ligado hace ya bastante tiempo, una fraternal amistad.
De ahí, que de cuando en cuando, necesariamente tengamos que registrar con preocupación, esa lenta y dolorosa agonía procesal, que no termina y en la que esta sumido, alejado del mundanal ruido de la política nacional y regional, y dolorosamente privado de la libertad. Ese duro sacrificio existencial que aún padece, y que esperamos solucione pronto favorablemente, constituye en verdad, una prueba de fuego en la vida de cualquier persona, y mucho más en él que se ha movido con bastante propiedad en las altas esferas del poder y de la sociedad.
Pero, asombra –como dicen los abogados litigantes- conocer el acervo probatorio sobre el cual se sustenta la medida que lo priva de la libertad, y aún más, que otorgó mérito para iniciar dicha investigación penal. Tuve la oportunidad, la semana pasada, de comentar con alguno de sus asesores, varias piezas del citado material probatorio, y con inmenso respeto, el manto de dudas sobre los testimonios que lo conforman, y la calidad de hampones de los declarantes, hacen increíbles sus amañadas versiones.
Sin embargo, será sólo la autoridad competente, la que decida en su sabiduría las cuestiones de fondo del proceso.Lo anterior no obsta, para establecer en este tipo de situaciones por demás especiales, tanto por lo personajes como por los hechos, la necesaria contraposición que se presenta entre la verdad verdadera y la verdad procesal. La verdad verdadera, para este caso, nace de la realidad particular de nuestra región, del conocimiento directo de la persona, de su estilo, de la manera de ser y de comportarse, del día a día, de lo cotidiano. En ese sentido afirmar que Carlos García pactó con paramilitares apoyo electoral a partir de establecer un contubernio directo con dichos criminales, para delinquir, negociar y beneficiarse, resulta a todas luces inverosímil. Conociendo su manera de ser –no precisamente de extremada modestia, humildad y sencillez- la absurda acusación según la cual García, se reunió para esos efectos, en la tienda destartalada de una polvorienta y calurosa vereda del Guamo, debajo de un palo de mango, tomando gaseosa al clima a pico de botella, sentado en banco de madera sin pulir, sin ventilador, sin hielo ni servilletas, y rodeado de más de quince escoltas, para pactar votos y dinero frente a una debate electoral, es a todas luces un relato increíble y mentiroso. Absurdo imaginar siquiera tanta humildad e imbecilidad en tan altanero Senador.

Por otra parte, a García sus contradictores lo pueden acusar de manzanillo, clientelista, electorero -vaya y venga- pero jamás lo han sindicado de criminal. Esa es la verdad verdadera.Esperemos entonces, que más temprano que tarde, la verdad procesal armonice con la verdad verdadera, y García pueda regresar pronto a nuestra región, así sea ayudando a levantar las nefastas banderas de la reelección presidencial, que creo le deben apasionar. Mientras tanto, valga la pena enviarle el abrazo fraternal de siempre.

Comentario:
Lo asombroso como lo dijo Maria Isabel Rueda es que los exparamilitares presos en la cárcel de Picaleña dijeron que se habian bebido 4 millones de pesos en cerveza en una tarde con el Senador García - y no gaseosas como dice el columnista- Nadie puede creer que el entonces Presidente del Senado Carlos Garcia haya estado bebiendo cerveza y menos cerca de 4000 botellas.Solo lo creen los interesados en politizar la justicia. Nadie en el Tolima como dice el columnista duda de la inocencia del Senador Garcia, ni siquiera sus contradictores.

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