martes, 30 de noviembre de 2010

LA LIBERTAD DEL SENADOR CARLOS GARCÍA ORJUELA


Por: Carlos Orlando Pardo.
Carlos Orlando Pardo es un cuentista colombiano incluido en las más importantes antologías del país, ha sido traducido al francés y al esloveno. Autor de cinco volúmenes de relatos. Su
es prosa envolvente. Fue incluido entre los 100 mejores escritores por la Editorial Oveja negra dentro de su selecta colección Biblioteca de Literatura colombiana y ha publicado hasta el momento tres novelas que llevan varias ediciones. La pasión por la historia ha sido una de sus devociones intelectuales, varios libros recogen la cultura del departamento a través de un trabajo de más de treinta años de labor ininterrumpida.
Carlos Orlando Pardo


Buena parte de los secuestrados han escrito sus libros relatando la pavorosa aventura de sus incontables desdichas. No pocos han logrado un éxito de ventas y quedan como ese crudo testimonio no sólo de una época triste de sus vidas sino de una etapa oscura en la vida nacional. Lo que no se conoce, hasta hoy, es la historia de quienes han permanecido tras las rejas por incontables meses bajo el juramento de delincuentes que atestiguan crímenes no cometidos, citas jamás dadas, encuentros falaces y negocios inexistentes. Ahí existe otra forma del secuestro. Es como si regresáramos al viejo adagio que afirma cómo, toda esa verdad es una mentira disfrazada. Le hace falta al país conocer de casos como este, en concreto el del senador Carlos García Orjuela que vivió su viacrucis bajo la tortura de la prisión. Por fortuna, la Corte, en su sabiduría, supo estudiar las pruebas para declararlo inocente. Es este el primer caso que en Colombia existe otorgando la libertad a un político vinculado con los paramilitares, puesto que los demás han sido condenados. Uno termina acordándose de Papillon, quien es prisionero por un crimen que no cometió, o de los mensajes encontrados después del final de la Segunda Guerra Mundial en uno de los antiguos muros de Auschwitz, donde siete presos del campo de concentración nazi dejaron su mensaje en el interior de una botella para evitar ser descubiertos y dar prueba de su existencia. Inclusive puede evocarse a Víctor Hugo en Los miserables cuando el expresidiario Jean Valjean se centra en los esfuerzos por redimirse tras acusaciones injustas. La vida y la literatura están plagadas de arquetipos que encarnan la iniquidad. Por fortuna, el senador Carlos García, una figura nacional que surgía consagratoriamente como Presidente del Congreso o Presidente del Partido de la U, presa apetecida por los calumniadores, tuvo un buen final. No pocos se hallaban felices de verlo tras las rejas como si una competencia se quitara de en medio y se abriera el panorama para sus intereses. No se sabe aún quiénes pero existían agazapados gozándose el mal ajeno como unos buitres humanos. El honor no se perdió finalmente porque la clase política en el Tolima queda reivindicada con su libertad, lo mismo que sus numerosos amigos. Inclusive para nosotros que hemos sido apenas sus conocidos. Lo he visto feliz porque como diría Jean Baudrillard, no hay afrodisíaco como la inocencia. Él que vio retroceder la verdad mientras las discusiones avanzaban, tuvo bajo la luz de sus pruebas fehacientes el resplandor de unos hechos verdaderos que dejó sin piso las acusaciones. Al fin y al cabo, como diría el senador acordándose de Alexandru Vlahuta, La verdad espera, sólo la mentira tiene prisa. Su paciencia lúcida en medio de la situación ensombrecida, la categórica defensa que lo hizo libre y el estudio pormenorizado de su propio caso para transformarlo de médico brillante en jurisconsulto destacado, merecen un aplauso y un estudio de su proceso como ejemplarizante. Esperemos ojalá el libro para ingresar a una película de terror, espías, delincuentes, mano negra y por fortuna con final feliz, inclusive para reafirmar nuestra creencia en la justicia, porque al decir de Benjamin Franklin, donde mora la libertad, allí está mi patria.

jueves, 11 de noviembre de 2010

Carlos Garcia Recibió Homenaje en el Senado

EL NUEVO DIA . Ibagué

“Hay que dar ejemplo de respeto y yo respeto todas las candidaturas”, dijo el ex Senador

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El ex senador Carlos García Orjuela reapareció pisando fuerte en la escena política nacional en un sentido reconocimiento en la plenaria del Senado de la República, cuarenta días después del fallo que lo declaró inocente por parte de la Corte Suprema de Justicia.
Y en lo local, después de más de dos años de ausencia, García Orjuela puso a funcionar el termómetro electoral y las campañas por la Alcaldía de Ibagué, al hablar bien del candidato Luis H. Rodríguez, de quien dice “tiene afán de servir a la ciudad”.

Así fue el homenaje
Guiado al recinto del Congreso, por dos senadores tolimenses: Juan Lozano y Juan Mario Laserna, García Orjuela fue recibido con un fuerte aplauso. “Fue muy amable y generoso, me sentí reconocido en nuestra tarea política y legislativa de tantos años a nombre del Tolima”, indicó.
“La verdad me dieron un aplauso que no me habían expresado durante mi actividad parlamentaria tanto al ingreso como en el homenaje por parte de todos los que estaban en el recinto, de todos los partidos, Conservador, Partido de la U, de Cambio Radical, miembros del Partido Liberal, cristianos, e igualmente escuché a los de la mesa directiva, dirigí unas pocas palabras a la plenaria, que transmitieron por televisión, del episodio vivido, como aportando unas reflexiones al Senado de la República y a la dirigencia política del país”.
“Lo que más me sorprendió fue la actitud generosa y de respaldo del senador Juan Lozano, presidente del Partido de la Unidad Nacional, y del doctor Juan Mario Laserna, senador por el Tolima del Partido Conservador, quienes me acompañaron desde la Presidencia del Senado a ingresar al recinto y, realmente, después de hablar con muchos senadores de otras regiones del país, creo que el Tolima tiene unos senadores de lujos, casi como los mejores por sus cualidades, su preparación y gestión. Estoy orgulloso que ellos nos representen en el Senado, tanto Juan Mario Laserna como Juan Lozano. Me sentí que el Tolima en este periodo con el presidente Santos estamos bien representados”, refirió.

Lo de Luis H.
Esta semana, dialogaron el ex presidente del Congreso, Carlos García, y el precandidato Luis H. Rodríguez sobre diferentes temas políticos, entre ellos la tercera aspiración del hoy liberal a la Alcaldía de Ibagué. Después de este encuentro, debido a los buenos comentarios por parte de García hacia el precandidato liberal, se “alborotó el avispero”.
“Todos los que me han solicitado consejos, no puedo negarme a darle mis precisiones, mis análisis, mi modesta experiencia y contribución al desarrollo de Ibagué y del Tolima, no puedo negar a hacerlo en tono constructivo y de aportar.
“Yo no descalifico a nadie, respeto todas las candidaturas, todos tienen derecho a exponer sus programas, no hago ataques personales, apoyo las ideas, no me importa el color político; siempre en el pasado apoyé a candidatos en muchas partes del país, inclusive siendo Presidente del Partido de la U apoyé a Horacio Serpa para la Gobernación de Santander, a Andrés González para la Gobernación de Cundinamarca, candidatos del Partido Liberal. Apoyo ideas y programas, hojas de vida y personas que están comprometidas con la comunidad, igual apoyé al doctor Salazar, como candidato a alcalde de Medellín, y varios del Partido Conservador, de la misma manera que le di el aval al doctor Luis H. Rodríguez”, sostuvo.
“Pero hay que mirar es quiénes tienen un compromiso que yo conozca con la ciudad, con la problemática, con la búsqueda de soluciones y creo que esa libertad la tengo. Respeto todas las demás candidaturas y los demás programas; lamento que para controvertir una posición individual y personal se reciban ataques, no puede convertirse la política y el aporte social en atacar la honra o la idea de una persona, creo que el país ya está cansado de que si alguien piensa con una doctrina diferente, entones lo atacan en lo personal como si eso contribuyera al objeto humano. Hay que dar ejemplo de respeto y yo respeto todas las candidaturas: al Concejo, a la Asamblea y de los partidos. Apoyo y digo lo que siento porque me parece que es estar a tono con mi conciencia”.
“Creo que Luis H. se ha preparado, ha trabajado y no ha estado buscando en ir a la Asamblea, a la Cámara o al Senado como una oportunidad electoral, sino servirle a la ciudad de Ibagué y la prueba es que ha buscado en diferentes partidos lo cual se le critica, pero lo veo es como un afán de ser alcalde para servirle a la ciudad”.
Agregó al final que apoya las ideas, no el color político porque la ciudad no necesita tanto partidismo, tanta crítica electoral de colores. “La ciudad necesita una persona comprometida a unir voluntades y hacer de Ibagué una ciudad de verdad que está necesitando eso”, dijo el ex Senado